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San Antolín
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Localización:
La playa de San Antolín (Beón en asturiano) está situada a escasos 500 metros del pueblo de Naves, en el concejo de Llanes, y en los alrededores de las también magníficas playas de Torimbia y Gulpiyuri.
Descripción:
Es el arenal más grande del concejo de Llanes y uno de los más extensos de Asturias, con más de 1,2 kilómetros de longitud y 150.000 metros cuadraos de superficie en la bajamar, que en marea alta llega a cubrir por entero. En ella desemboca a la mar el río Bedón, más conocido en otras zonas como ríu Las Cabras. Tien perbonos accesos y servicios, yá qu'avancen xunta ella l'autovía del Cantábrico (A-8, antigua N-634) y la carretera comarcal que une Llanes y Ribadesella (AS-263). El lugar ofierta buenas condiciones para la práctica del surf y del parapente. La playa se aprovécha también para la recogida del ocle (algas marinas), arrastrado hasta la orilla por las mareas vivas del otoño, y para la pesca de la angula, que por su color y su ellevado precio es conocida como "oro blanco".
Características:
• Ocupación: Alta.
• Longitud aproximada: 2.000 metros.
• Accesos: Rodados.
• Servicios: Tres bares de temporada.
• Aparcamiento: Sí.
• Socorrismo: Sí.
• Material: Arena fina y grava.
• Color: Blanquecina.
• Forma: Rectilínea.
• Desembocadura fluvial: Río Bedón.
• Entorno: Rural / agrícola, con algunos servicios.
• Tipo de playa: Ventosa. Oleaje fuerte.
• Peligrosidad: Alta.
• Atractivos: Monumentales (monasterio románico de San Antolín de Be&doacute;n, del siglo XII), recreativos, pesqueros y deportivos (surf).
Accesos:
La autovía del Cantábrico (A-8) y la carretera Llanes-Ribadesella (AS-263) avanzann junto a la playa de San Antolín. Para llegar a ella hay que desviarse en Naves por la AS-263, que conduce directamente a la zona de aparcamiento, en la parte más recogida de la playa. Llegando desde Llanes en dirección a Oviedo existe la posibilidad de admirar la playa y su entorno costero desde un mirador y una pequeña área recreativa, ubicadas justo encima del arenal. Es un cuadro que merece la pena si el día está claro, o con temporal, cuando la mar bate con fuerza en los acantilados y se forman impresionantes olas que dan lugar, muy cerca de San Antolín, a algunos bufones: oquedades naturales de la peña por las que el agua surge en forma de chorro, casi vaporizada por la presión.
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